De forma pacífica más de 360 trabajadores de la Fundación Amigos por la Infancia protagonizaron un plantón en las instalaciones del Centro Zonal No 5 del ICBF en Maicao, para protestar por la falta de claridad en el proceso de contratación y reclamar el derecho a la verdad sobre los resultados.
Debido a que aparecían con el mejor puntaje en la herramienta Betto para operar el programa de la primera infancia en Maicao con 98,7 por ciento y al parecer no fueron escogidos, por lo que piden un pronunciamiento oficial de la dirección Regional Guajira del ICBF.
Aunque la contratación no se ha realizado, aseguran que ya los han prevenido de que la decisión será otra, por eso decidieron acudir a las vías de hecho ya que ven en peligro su trabajo.
“Esta herramienta que es un robot, no es una persona y como bien dice nuestra directora nacional Betto no se equivoca, escogió a la Fundación Amigos por la Infancia y hoy ha desaparecido de la lista regional Guajira para estar habilitada y trabajar por la primera infancia”, indicó Mónica Solano, trabajadora de la fundación.
Entre los protestantes que se hicieron presentes en la mañana de este lunes, se encuentran agentes educativos, manipuladoras, personal de aseo, psicosocial y nutricionistas, quienes se han cualificado para brindar lo mejor y potenciar las capacidades de las familias para el cuidado y la crianza.
Solano, reconoce que además existen unas variables de escogencia y que una vez que Betto haya escogido, tienen un talento humano calificado para evaluar los criterios exigidos. Los cuales se pueden corroborar debido a que vienen trabajando con el ICBF desde el año 2012.
“Estamos seguros que la calificación de todas las variables que ha arrojado Betto para la fundación es veraz, por lo tanto somos conscientes de que no fuimos calificados en vano, podemos colocar los documentos cada vez que se necesite sobre la mesa para que sean validados y estudiados”, puntualizó Solano.
Así mismo, aseguran que otra de las razones de peso a parte de la experiencia es el criterio valioso que la directora del ICBF Lina Arbeláez, quiere hacer visible y respetar, “la experiencia territorial que tenemos nosotros a través de todos estos años en 2020 operamos 2.505 usuarios”.
Por su parte, Rosa Guillén, quien es coordinadora pedagógica de uno de los CDI que ha venido operando la fundación, y para la cual ha laborado durante ocho años, asegura que “como trabajadores no entendemos y le pedimos al ICBF que nos diga ¿Qué es lo que pasa?, si ya estaba escogida la fundación con un buen puntaje y se cumplió con el objetivo propuesto, ahora dicen que no está y les quitaron los cupos”.